¿Qué son los roles de género?
Los roles de género se refieren a las normas sociales y de conducta que, dentro de una
cultura específica, son ampliamente aceptadas como socialmente apropiadas para las
personas de un sexo específico. Suelen determinar las responsabilidades y tareas
tradicionalmente asignadas a hombres, mujeres, niños y niñas.
Cuando una mujer está embarazada y conoce el sexo de su bebé, con frecuencia, comienza los
procesos de clasificación que serán fortalecidos en los diferentes momentos de
socialización. Así, con base en el sexo del bebé, se asignarán expectativas de
comportamiento.
Desde ese momento, niñas y niños organizan sus experiencias de vida, y el sexo al que
pertenecen, permite una identificación con aquello esperado, construido en todas sus
manifestaciones: sentimientos, comportamientos, juegos, etc. Desde ahí, construyen su vida
y se relacionan con su entorno en los diferentes espacios de la vida social.
Los roles de género asignan el valor productivo (ganar dinero) a los hombres y a las
mujeres el del cuidado, por lo que las asocian con la maternidad y lo doméstico.
Lo doméstico “abarca la organización y atención de la familia y las labores del cuidado
del hogar. Territorio ocupado y adjudicado hasta hoy, mayoritariamente, a las mujeres.
Tiene que ver con el trabajo reproductivo, con actividades no remuneradas y, por lo tanto,
no tiene valor y permanece en segundo plano”
Por su parte, lo masculino se refuerza con la idea de que la seguridad y la rudeza
permiten enfrentar el espacio público. Lo público “abarca las tareas relacionadas en
general con la vida económica, política y social. Territorio ocupado y adjudicado hasta
hoy, mayoritariamente, por y para los hombres. Tiene que ver con el trabajo productivo de
carácter mercantil y, por tanto, tiene un valor de cambio. Es visible”
La división sexual del trabajo, entonces, es la división del trabajo remunerado (trabajo
productivo) y no remunerado (trabajo reproductivo) entre hombres y mujeres en la vida
pública y en la privada (no pública), en función de los roles de género.
De esta forma, el espacio público y el espacio privado son valorados de forma diferente y
desigual. “El mundo público, estimado y reconocido tanto social como económicamente, en
detrimento del mundo privado de los afectos-cuidados al deber ser de las mujeres,
invisibilizado y no reconocido”